Escucha aquí el Relato:
Mi opinión sobre la soledad cambió hace muchos años. Hubo un tiempo en el que la temía profundamente, tanto, que me rodeaba de personas con tal de no sentirla cerca, aunque curiosamente, en esos momentos era cuanto más presente estaba.
Sin embargo, ahora estoy convencida de que la Soledad es posiblemente una de mis mejores amigas. Me escucha y me permite escucharme, me abraza y me permite abrazarme y sobre todo, no me juzga, nunca jamás me juzga y con paciencia y cariño día a día, me está enseñando a no juzgarme a mi misma. Porque otra cosa importante que me ha enseñado es que una buena amiga jamás juzga, puede aconsejar, dar su opinión, que puede ser muy contraria a la tuya, pero jamás va a degüello contra ti, una amiga de verdad no. Así que yo he elegido respetarme, valorarme y no juzgarme.
Hoy quiero compartir contigo un relato, en él hablo de la Soledad y aunque más adelante seguramente te hable más sobre ella y te de algunas claves para tener una bonita amistad, hoy me apetecía ponerle palabras en forma de relato, que sabes que me apasiona.
Un Abrazo
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