Hoy inicio en El Secreto de Zoe una nueva Sección “Relatos para el Alma”. En ella te contaré aquellas historias que lleguen a mí y que considere que puedan ayudarte en tu crecimiento personal y autoconocimiento. Relatos de los que iluminan, tanto el alma de los que escriben— porque el arte de escribir es una verdadera auto-terapia— como de aquellos que leen o escuchan esos relatos.
Con esta sección incluyo en El Secreto de Zoe una de mis pasiones, la escritura y además conjugada con mi otra pasión, el Desarrollo Personal. Así que no puedo estar más contenta.
Si te apetece compartir, te invito a que me envíes tus relatos a zoe@elsecretodezoe.com y una semana al mes leeré uno de los recibidos y después sacaré la miga de ellos. Esas partes claves que nos ayuden a conectar con quien verdaderamente somos, por ejemplo, o que nos permitan buscar un poquito más dentro de nosotros.
Los relatos han de tener una extensión máxima de 1000-1200 palabras y por supuesto que el contenido tenga que ver con lo que tratamos en el podcast: autoconocimiento, desarrollo personal, gestión emocional, empoderamiento.
Y dicho esto, voy a dar inicio a RELATOS PARA EL ALMA con un texto de una persona que tiene una delicadeza y una sutileza muy especial, Juan Carlos Romanillos, compañero mío del Taller de Escritura Creativa de Mª Ángeles Paniagua.
Si quieres conocer más a Juan Carlos, puedes visitar la página web de www.aulaentrerios.com, un espacio precioso que han creado para la práctica de la Meditación y la Atención Plena.
Y sin más, comienzo con la lectura, puedes escucharla justo aquí debajo.
CLAVES DEL RELATO:
Si no has escuchado todavía el relato, te invito a que lo hagas antes de leer las siguientes líneas, porque si no, te haré spoilerrrrrr.
Este relato ya me enganchó solo con el título, “La Costurera de Almas”, un texto que hable de alguien que cose Almas, que ayuda a otros a sanar emocionalmente, ha de ser bello. Y con el primer párrafo me terminó de enamorar, al hablar de la curandera, de la bruja.
Para mí, curandera o Bruja, como la llama Juan Carlos, el autor, es toda aquella persona que tiene el don de sanar, en este caso, la parte emocional, no porque haya estudiado en la mejor universidad, ni tenga un montón de títulos reglados, que también puede ser, sino porque nace con ese don.
Todavía hoy en día se pretende quemar en la hoguera a aquellas personas que practican lo que denominan terapias alternativas, considerando que solo es loable, aquello que se ha estudiado en una Universidad —bueno, es cierto que hay mucho vende humos, eso ha existido siempre— pero también es verdad, que cuando hablamos de salud emocional, que es de lo que trata este relato, es mucho más importante tener el don de la empatía, el don de saber conectar con el otro, el don de saber escuchar y saber abrazar. Solo seres con esas cualidades, podrán ayudar verdaderamente a otras personas.
La segunda Clave del relato, es la voluntad de la protagonista de querer sanar. Solo puede ayudarse a quien verdaderamente quiere, muchos otros estarán en la queja y dirán que quieren salir del hoyo en el que están metidos. Pero si no se mueven, si no piden ayuda, en caso de que ellos solos no puedan —hay infinidad de terapeutas muy preparados y con grandes dones— nunca saldrán adelante. Así que lo primero e imprescindible cuando alguien quiere sanar, es tener voluntad de hacerlo.
Y la última clave es la acción. Aunque en el relato no se ve a primera vista y pueda parecer, que el simple hecho de acudir a la bruja, ha sido más que suficiente para salir de la situación en la que la protagonista se encontraba, ya hay una acción, una intención de sanar.
Me gusta porque es de esos relatos que quedan abiertos en cierto modo y yo puedo crear la historia más allá de ese instante. Veo a la protagonista apoyándose en esa fuerza que ha conseguido con la visita a Gloria, la bruja, y a partir de ahí comenzar a tomar acción, a mover su vida para convertirla en lo que ella verdaderamente desea, en lo que su Ser desea. Veo a Gloria, como esa persona que planta la semilla del “quien soy” y que va brotando en la protagonista, no por arte de magia, sino porque ella sigue adelante con su crecimiento y su voluntad de ser feliz.
En relación con esto y con lo importante que es crearnos nuestra propia vida, te recomiendo el libro de “La Buena Suerte” de Alex Rovira y Fernando Trías de Bes. Tiene muchas frases que son inspiradoras, pero hay una en concreto que puede resumir todo el libro: “Tú eres la causa de tu buena suerte”.
Así que ya sabes, si ves que lo necesitas, pide ayuda. Si para ti son importante los títulos, que la persona a la que acudas te enseñe todo su currículum académico, pero sobre todo, percibe si te encuentras a gusto con ella, si el modo en que te escucha o te habla te aporta lo que necesitas, si empatiza contigo y tú con su manera de trabajar. Observa si tiene el don de la sanación emocional. Y por supuesto, no esperes que esa persona te resuelva tus problemas, te podrá acompañar, guiar en cierto modo, pero recuerda, solo tú puedes crear la vida que deseas vivir, solo tú puedes sanar, así que ponte en marcha.
Espero que te haya gustado la sección Relatos para el Alma.
Hace un tiempo publiqué un podcast en el que leí uno de mis relatos, porque… por si no ha quedado claro, me encanta escribir, así que si te apetece escucharlo puedes hacerlo aquí: Un Nuevo modo de Amar. Soltando la dependencia emocional.
Te mando un fuerte abrazo y ¡hasta pronto!
El Secreto de Zoe
Gema Poveda Montes