Escucha aquí el Podcast:
Y si prefieres leerlo:
En un post anterior ya comencé a hablarte sobre la ruptura sentimental, concretamente en el titulado Las 5 Fases del Duelo en la ruptura de pareja y hoy vamos a continuar con ello, dándote esas claves que te ayuden a salir sano y salvo de una situación así, porque te aseguro que se sale y además con muchísima más fuerza y con más conocimientos sobre ti y tu vida que cuando iniciaste el proceso.
Así que vamos a ver esas claves, porque si estás de lleno en esa situación, estoy segurísima que estarás deseando conocerlas.
LAS 5 CLAVES:
Primera Clave.- Has de ser consciente que una ruptura es una perdida y como tal, has de pasar las distintas fases del duelo. Como te he comentado hay un post específico sobre esta clave, porque es amplia y con la suficiente importancia como para dedicar un artículo completo a ella. Por eso te invito a que lo leas y pongas en práctica lo que en él indico. De todas maneras, te haré un resumen de las 5 fases:
- Fase de la Negación: Suele coincidir con el inicio de la ruptura, cuándo todavía no nos creemos que realmente esa persona haya salido de nuestras vidas.
- Fase de la Ira: Es esa fase en la que sacamos a la luz todas esas cosas que no nos gustan de nuestra expareja o del tipo de relación que hemos tenido con ella.
- Fase de la Negación: Esta fase es muy delicada, porque entramos en una especie de amnesia que solo nos permite ver las bondades de la relación y el dolor a perder todo eso es tal, que podemos llegar a hacer cualquier cosa por recuperar a la persona “amada”.
- Fase de la Depresión: Como su propio nombre indica, en esta fase nos sumimos en una pena profunda. Somos conscientes de que la ruptura es definitiva y podemos sumirnos en un dolor intenso, generalmente se siente en el corazón, como si se nos rompiera a pedacitos.
- Fase de la Aceptación: Aceptamos lo ocurrido, ya podemos ver con objetividad la realidad, ni lo malo era tan malo, ni lo bueno tan bueno. Es el momento en el que podemos pasar página y si no es posible, como bien dice mi buen amigo Marc Bolufer, de comprarnos otro libro. En relación con esto y a modo de opinión personal, si todavía no te has sanado completamente de una ruptura, no te embarques en nuevo proyecto amoroso.
Por estas fases vas a pasar, si o si, pero no de manera ordenada, por la mañana podrás estar sumido en la depresión y por la tarde en la ira. Lo importante es que hagas este trabajo de identificación de tus emociones y sentimientos y seas consciente de que la fase en la que estés forma parte del proceso.
Y fundamental, si tú solo no puedes, pide ayuda profesional.
Segunda Clave.- Rodéate de personas de las que Suman. Y es que es fundamental que tengas el apoyo y el respaldo de personas que te quieren, para pasar algo tan duro como una ruptura.
Serán esa clase de personas que te escuchen cuando necesites hablar, que te dirán que dejes de hablar cuando te vean regodeándote en el sufrimiento, las personas que te abrazarán cuando llores o simplemente estarán al otro lado del teléfono escuchando palabras imposibles de entender por tus sollozos.
Esas personas, también te ayudarán a salir cuando no tengas ganas, a sacarte de la cama, que comas algo y hacer que te duches.
Sabes perfectamente a qué personas me refiero, estoy segura de que en tu entorno hay más de una.
Tercera Clave.- Limpieza del escenario. Cuando rompemos con alguien lo habitual es que se genere un síndrome de abstinencia. Y es que puede que todavía existan sentimientos, del tipo que sea. Ya sea algo puramente pasional, el cariño generado por años compartidos o simplemente la costumbre de pasar tus días con alguien a tu lado, siendo o no feliz con esa persona, pero al final, tienes esa costumbre de compartir el espacio. También está el caso de que por tu parte sigas enamorada o enamorado de esa persona. En cualquiera de los casos, en mayor o menor medida, el mono se va a manifestar.
Para ello, una de las medidas más efectivas es sacar de escena todo lo que nos recuerde a esa persona, por lo menos durante un tiempo. Y con esto no se trata de negar la realidad y hacer como si esa persona no hubiera pasado por nuestras vidas, no, se trata de protegernos emocionalmente.
Limpiar nuestra casa de recuerdos, podemos meterlos en una caja y dársela a alguna amiga, por ejemplo. Procurar no ir a los sitios a los que íbamos juntos. Evitar la música o películas que nos puedan recordar la relación. Es decir, exponerte lo menos posible a esas circunstancias que te hagan activar el recuerdo y el dolor de la pérdida.
Y por supuesto y en la medida de lo posible, cero contacto con tu expareja. Sé que esto no siempre es sencillo, si tenéis hijos en común o el trabajo, por ejemplo. En esto casos, se requerirá un esfuerzo extra, pero ten el contacto justo y necesario, ni más ni menos.
Cuarta Clave.- Autocuidado. Cuando se pasa por una situación así, en la que sientes que ya nada tiene sentido, parece que tu vida ha perdido su sabor, su color, su olor, lo normal es que pierdas el apetito, las ganas de hacer cosas, de cuidarte. Así que haz un esfuerzo extra por alimentarte de manera adecuada y salir a pasear. Eso es fundamental, aunque no quieras ir de tiendas o a tomar algo a un bar, no pasa nada, pero pasea. Ve a naturaleza, permite que esa energía de paz y tranquilidad calme tus emociones y pare tu mente unos minutos al día.
Si haces algo de ejercicio, será estupendo y si no, por lo menos, haz eso, camina, pasea, nada más.
Y algo imprescindible, evita por completo el consumo de alcohol y drogas. Lo único que te va a aportar es una resaca espantosa, que hagas alguna tontería de la que después te arrepentirás, como llamar a tu ex, montar un numerito o algo similar y además mayor inestabilidad emocional y tristeza, porque son sustancias depresivas.
Quinta Clave.- Sinceridad Contigo. Por experiencia sé que a nuestra mente le encanta decirnos cosas del tipo: «Eso que se ha acabado era lo mejor del mundo». «Más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer. «Quién te va a querer a ti ahora a esta edad».
Te dirá cualquier cosa por aferrarte a lo conocido y huir del peligro de lo nuevo.
Así que te voy a pedir que hagas algo que quizá no te resulte sencillo, pero es imprescindible para que puedas seguir adelante.
Contesta a las siguientes preguntas puntuando del 1 al 10:
- ¿cuánto tiempo has sido feliz en esa relación y cuánto has sufrido?
- ¿cuánto te ha aportado la relación de lo que verdaderamente quieres y cuánto no?
- Y ¿cuánto has sido tú en la relación y cuánto un papel que has representado solo por agradar y no perder a tu pareja o para que no se enfade?
Contesta a estas tres preguntas y saca tus propias conclusiones.
Y ya solo puedo añadir una cosa, que no incluyo dentro de esas 5 claves, pero que es igual o más importante: Aprovecha esta situación que estás experimentando para conocerte más a ti mismo o a ti misma. Para entender que te trae de positivo esta experiencia, para identificar si existe algún patrón en tus relaciones de pareja o en cualquier tipo de relación. Aprovecha la situación para crecer.
Gema Poveda Montes