Escucha aquí el Relato:
Hoy vuelve a acompañarnos en esta sección de Relatos para el Alma, Rubén Ruiz, con un nuevo texto que nos hace viajar a un lugar y un tiempo ya lejano, pero que perdura en el corazón de muchos de nosotras y nosotros, como pura Esencia que es.
El mes pasado, compartí el relato de Rubén Ruiz “El Vínculo” y me ha parecido buena idea seguir poniendo voz a algún que otro texto suyo, concretamente a tres más, que los podrás ir disfrutando en los próximos meses.
Estos cuatro Relatos escritos desde y para el corazón, formarán parte de un poemario, que estoy deseosa que vea la luz y servirán como puertas para acceder a cada una de las 4 secciones que conforman la obra. Tras ellas, nos encontraremos con poemas escritos con mucho amor, pero sobre todo, con muchísima consciencia.
En cuanto el libro esté disponible, te lo haré saber.
Espero que disfrutes de «La Esencia», porque es una verdadera maravilla.
Cada vez que lo leo, no puedo evitar añorar esa vida compleja en su sencillez, que yo apenas he conocido y sin embargo, por una extraña razón, echo en falta cada día más.
Una vida en la que los niños y niñas jugaban en plena naturaleza. Las puertas de las casas permanecían abiertas, recibiendo con cariño a quién deseara entrar y el compartir formaba parte del día a día, por muy poco que hubiera en la mesa.
Y a ti ¿qué te evoca?
Puedes dejar tus comentarios cuándo escuches el episodio de hoy, estaremos encantados de leerlos.
También puedes escribirme a zoe@elsecretodezoe.com
Muchas gracias Rubén por llevarnos de vuelta a la Esencia.
Un fuerte abrazo y hasta pronto.
Gema Poveda Montes
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