Hoy quiero compartir contigo otro de los temas que me apasionan: LA EDUCACIÓN. Pero no cualquier educación, porque estando donde estamos, en El Secreto de Zoe y siendo yo quien habla, una apasionada de la consciencia, lógicamente de lo que quiero hablarte es de Educación Consciente.
Y para poder explicarte qué es la Educación Consciente para mí, te voy a contar una historia.
Hace unos años quedé con una amiga de la infancia para una de nuestras sesiones de infuterapia. Creo que tomarse una rica infusión con las amigas y compartir sentimientos, emociones, risas, abrazos, lágrimas, es de los actos más terapéuticos que existen. Posiblemente si todo el mundo tuviera un buen amigo, las consultas de los terapeutas se reducirían bastante.
Ese día era ella la que necesitaba compartir, muchos otros fui yo, así que me dispuse a escucharla con el corazón, que como todo el mundo sabe, su calidad de escucha es mucho mayor que la del oído.
Me explicaba que no sabía qué hacer con su hija, que entonces tendría unos 9 años de edad. Estaba muy rebelde, contestona, irritada, enfadada. Pude verlo por mí misma, pues estaba jugando con mi hija.
Me contó anécdotas, sucesos y yo seguía escuchando y observando y en un momento en el que se hizo el silencio le pregunté: “¿Y tú, cómo estás?”. Y mi amiga me contestó con tristeza y agotamiento en su mirada: “No estoy bien”.
Y así era, no estaba bien. Problemas sentimentales, laborales, familiares, parecía que los planetas se hubieran alineado para que no existiera paz en ninguna de las áreas de su vida y como es normal, esto afectaba directamente a la relación con su hija. Y sólo le dije: “Cuándo tú estés bien, ella estará bien”. Y así fue.
Pocas veces en mi vida he visto a una persona con tanta determinación y constancia como la de mi buena amiga de la infancia. Comenzó su proceso de reeducación personal, como me gusta llamarlo, convencida de que ese era el camino. Lecturas enriquecedoras, videos de crecimiento personal, talleres en el Centro Budista sobre meditación y pensamiento positivo y mucho control mental para no dejar que la negatividad y los pensamientos tóxicos hicieran de las suyas.
A ver, no vayas a creer que esto fue de la noche a la mañana, no, el proceso fue largo hasta llegar a encontrarse completamente en equilibrio, pero los primeros resultados los sintió enseguida y de hecho, en el momento en el que ella comenzó a sanar, la irritabilidad de su hija fue desapareciendo y su relación sanando también.
No se si existirá un libro que se llame “Mujeres Admirables” o algo parecido, pero sin duda, esta buena amiga tendría un capítulo entero del libro. Hoy por hoy puedo decir que es una persona con una luz que deslumbra, irradia alegría y serenidad, al igual que su hija.
Y es que no podemos pretender tener hijos felices cuando nosotros sufrimos profundamente. Los niños captan mucho más allá de nuestras palabras. Pero realmente, muchas veces fingimos estar bien, fingimos ser personas sanas emocionalmente, cuando lo que ocurre es que estamos rotas por dentro. Hacemos ver que tenemos una vida de ensueño y lo cierto es que nos dejamos llevar por la corriente y el día a día sin ilusiones ni sueños, parecemos zombis, muertos en vida.
Si tu hijo se muestra irritado, mira dentro de ti, ¿Qué parte de ti está irritada? ¿Tu hija está triste? pregúntate ¿Qué te entristece a ti? Si tus hijos se rebelan contra ti ¿Qué parte de ti, quiere rebelarse y contra qué?…
Educamos por lo que Somos
Al principio te he dicho que te iba a contar que era para mí la Educación Consciente. Yo lo resumo en una frase: EDUCAMOS POR LO QUE SOMOS
Los que somos padres debemos tener claro que nuestros hijos son los “Grandes Maestros” de nuestras vidas. Son auténticos espejos. Tendremos otros maestros, por supuesto que sí. Jefes que parece que nos hacen la vida imposible, compañeros que nos sacan de nuestras casillas con sus malas contestaciones o su afán de protagonismo. Hasta la cajera del supermercado con su tranquilidad a la hora de cobrarte, a ella también tienes que darle las gracias, te está ayudando a trabajar la paciencia. Todos y cada uno de ellos son tus maestros.
Pero de todos ellos, empieza por observar a tus hijos, porque ellos te darán la clave de hacia dónde ir y también te irán mostrando cuando estés en el buen camino, recompensándote con sus muestras de cariño, felicidad y plenitud.
Así que ¿quieres dar una buena educación a tus hijos? Pues empieza por reeducarte tú ¿Y qué es lo primero que debes hacer? Saber quién eres. Porque si Educamos por lo que Somos y ni siquiera sabes quién eres… ¿De qué manera vas a educar?
Y ahora la gran pregunta ¿Y cómo descubro quién soy?
¿Cómo descubro quién soy?
Yo te voy a dar unas pautas, las mías, no quiere decir que sean las únicas, ni las mejores, pero son las que yo he utilizado y las que he compartido y comparto en mis formaciones.
- Primero.- Calma tu Mente. Descubre el modo de parar su ruido incesante. Charuca, lo llama RadioMente, me parece un nombre muy apropiado —Estoy engachandísima a su podcast, por cierto, se llama Jefa de tu Vida, por si te apetece escucharlo—.
Hasta que no seas capaz de acallar ese ruido, no lograrás escuchar lo que de verdad quieres. Y esto solo se logra practicando la Atención Plena, es decir, estando presente, siendo consciente, ya sea a través de la meditación formal o de cualquier actividad que te permita mantener esa atención consciente.
Te dejo el enlace sobre los Beneficios de la práctica del Mindfulness.
- Segundo.- Gestionando tus Emociones. Bajándote de la montaña rusa emocional y montándote en una atracción que no te descontrole tanto. Llegar a ese punto de equilibrio, al que sepas volver lo antes posible cuando la vida te zarandee. Puedes encontrar recomendaciones en este artículo: Cómo Gestionar las Emociones con Mindfulness
- Tercero.- Descubre Quien NO eres. Primero has de quitarte todas las máscaras y disfraces que llevas puestos. Observarlos, identificar tus miedos, tu obsesión por el control, por ejemplo, tus adicciones y apegos insanos y muchas máscaras más. Una vez vistas todas ellas, el siguiente paso es ponerlas a un lado, para usarlas cuando las necesites, pero en ese lugar ya te permiten ver lo que hay debajo, verte a Ti.
Por supuesto, aquí es fundamental también identificar y eliminar las creencias y patrones limitantes.
- Cuarto.- Ahora que te ves. Ama quien Eres. Trabaja tu Autoestima, en todos sus ámbitos (el autoconcepto, la autoimagen, el autorrefuerzo, la autoeficacia). Ámate como nadie te haya amado, solo de esa manera sabrás amar de verdad y podrás dar a tus hijos un amor Sano y Consciente.
- Quinto.- Cuida tu Cuerpo y Nutre tu Mente. Piensa que tu cuerpo es el vehículo que tienes en este mundo para circular en él, te permite disfrutar de muchos placeres, así que cuídalo. Y tu mente, además de aprender a calmarla, necesita alimentarse a diario, pero no de cualquier cosa.
Echa fuera todo lo que intoxique tu cuerpo y tu mente y apórtales alimentos de calidad. No quiero decir con esto, que de vez en cuando no puedas comerte una hamburguesa con bien de patatas o ver un programa de televisión en el que solo haya desgracias, pero un día puntual. No te intoxiques innecesariamente.
Los modos de llevar a cabo estas 5 pautas son diversos. Puedes hacerlo por tu cuenta, si crees que puedes, con libros, como el de Rosa Montaña “Yo no quiero ser Infeliz», con Podcast como este que estás escuchando, El Secreto de Zoe o El Puzzle de Bea o el de Jefa de tu Vida, que te he comentado antes.
También puedes hacer cursos o acudir a terapia. Siempre digo que hay infinidad de profesionales muy cualificados y con grandes dones, que están aquí para ayudar.
Y paralelamente a esto, pues ser muy, muy conscientes de cómo es la educación que damos a nuestros hijos. En otro episodio te hablaré de cuales son para mí los tres pilares fundamentales de la Educación Consciente.
Mi objetivo de hoy era dejar claro ese concepto de Educamos por lo que somos, espero haberlo conseguido.
Ahora que sabes que educamos por lo que somos, elige Ser Feliz, elige Ser Tú, tus hijos lo agradecerán.
Un Fuerte Abrazo y Hasta Pronto
El Secreto de Zoe
Gema Poveda Montes