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Hola, mi nombre es Gema y estoy encantada de que hayas elegido pasar este rato conmigo, aquí, en este rinconcito que he creado. Un espacio cómodo y confortable, con una de mis mejores amigas, la Calma.
Antes de nada, me gustaría presentarte a Zoe, aunque estoy segura de que una vez que hayas leído su historia, te resultará muy familiar…
¿Quién es Zoe?
Zoe es una persona alegre, divertida, feliz, con una gran ilusión, una de esas personas que te hacen sentir bien solo con su presencia. Es vitalidad y entusiasmo, curiosidad y respeto, ternura y comprensión.
Zoe es sencillamente especial.
Cada mañana al despertarse se regala una sonrisa y en ese instante, con la sonrisa en sus labios y en su mirada, hace un recorrido por su vida, valorando y agradeciendo todo lo que hay en ella. Agradece lo que está viviendo y lo que ha vivido, porque aunque no todo ha sido bueno, ella es capaz de verlo con los ojos de la aceptación, con la certeza de que todo tiene un por qué y con la gran sabiduría de que le queda mucho por aprender.
No se preocupa por lo que va a pasar mañana, ni se regodea en el sufrimiento del pasado, ella se ocupa de lo que ocurre hoy y resuelve lo que deba resolver.
Así es Zoe, pero no siempre ha sido así, hubo un tiempo en el que sufría, sufría mucho. Hubo un tiempo en el que se preocupaba, se preocupaba demasiado. Hubo un tiempo en el que Zoe no existía, porque no era más que el fiel reflejo de lo que los demás esperaban de ella. Hubo un tiempo en el que Zoe se miró en el espejo y no se reconoció …..
Y entonces surgió el “basta ya” más profundo y sincero que jamás había pronunciado y junto a su voz desgarrada, una ilusión, un recuerdo, una certeza de que la vida podía ser de otra manera, de que podía elegir como vivirla. Y lo eligió.
Ahora Zoe mira su reflejo y le encanta lo que ve, quizá no a todo el mundo le guste, pero a ella eso ya no la importa. Ahora su vida es sencilla, apacible, tranquila, para ella Feliz.
Zoe es Amor, Armonía, Paz, Zoe es Vida.
Zoe eres tú… cuando tu Mente se Calma.
Sí, tú eres Zoe
Quizá, tras presentaros a Zoe os hayáis dicho sí, yo quiero ser Zoe, yo quiero ser como ella, me gustaría disfrutar de una vida feliz y plena; me gustaría despertar cada mañana sintiendo que esta vida tiene un sentido mucho más allá de las obligaciones del día a día. Me gustaría aceptar que aunque en mi vida ocurran circunstancias que puedan no ser agradables yo elijo como vivirlas y me gustaría elegir vivirlas desde la Calma y la Felicidad.
La buena noticia es que tú eres Zoe, y por tanto, dentro de ti está esa capacidad de elección. Zoe está dentro de ti, dentro de cada uno de nosotros, es esa parte libre de egos que está deseando salir y lo único que se lo impide es esa vorágine de miedos, dudas, preocupaciones que esa vocecilla que está en nuestra mente no para de transmitirnos.
Realmente el cometido de esa voz no es convertirnos en unos pobres infelices, si no garantizar nuestra seguridad, lo que ocurre es que al haberla dado tanto poder, al haberla concedido todo el control, se le ha ido un poquito de las manos y a veces nos asfixia con tantos miedos e inseguridades.
Imagina que en un momento de tu vida, aun siendo pequeño, tienes un accidente con un coche, no ocurre nada grave, pero el miedo que sientes en ese instante se queda grabado en ti. Años más tarde no te ves capaz de conducir, prefieres moverte en transporte público o depender de que otras personas te lleven antes que coger un coche. Ese miedo es consciente, tú sabes de él conscientemente, pero aun así elijes no conducir.
Este es el punto en que la mente trata de preservar tu seguridad, si no conduces, no podrás tener un accidente. Claro que la mente a veces es un poco limitada, pues podrías tener un accidente aunque tú no condujeras, pero ella se queda con lo que sentiste en ese instante en el que el miedo se instauró….”Si conduzco puedo tener un accidente”.
De tu mano está elegir vivir esta situación desde el miedo o afrontarla, sacarte el carnet de conducir y demostrarte a ti mismo que a veces ocurren accidentes, pero muchas otras no y que conducir tiene un montón de ventajas.
Este es un ejemplo de muchos otros. Quien no ha sufrido por amor y decide no volver a tener pareja, o quien no ha visto atrocidades en la televisión, porque muchas veces no hace falta vivir en carne propia una experiencia, solo ser conocedor de ella, y siente pánico a que sus hijos salgan a la calle solos.
Al final es la mente la que va dirigiendo cada uno de nuestros actos, los pensamientos que tenemos, fruto de las experiencias que hemos vivido van creando nuestro presente y nuestro futuro.
Por tanto, la clave para conseguir tener una vida feliz está en aprender a mantener la Mente en Calma. Que seas tú quien decidas sobre tu vida, no tu mente, que muchas veces está desbocada. Yo siempre me imagino a la mente como un caballo desbocado. Si consigues domarlo puede ser de gran ayuda para ti, pero si le dejas salvaje, no habrá manera de controlarlo.
¿Y cómo conseguimos esto?
REEDUCANDOLA. Creando una verdadera amistad con ella para que pueda ayudarnos en todo aquello que necesitemos, tenerla de nuestro lado, porque cuando conseguimos calmarla es una fiel amiga.
Cómo podemos reeducar la mente?. Llevo muchos años estudiando, practicando distintas técnicas y al final me he dado cuenta de que todo se reduce a una cosa: LA MEDITACIÓN. Y cuando hablo de meditar, no solo me refiero a sentarte en el suelo, en posición de loto y con un mudra en tus manos, que también es útil e importante. Me refiero además a la práctica de una meditación más activa, de lo que podríamos llamar ATENCIÓN PLENA. Es decir, convertir el acto meditativo en un estilo de vida, que va más allá de los 30 minutos que puedas meditar al día y que te permita estar presente y consciente de lo que estás haciendo y pensando en cada momento.
Claro, tú me puedes decir, «por supuesto que se lo que hago o lo que pienso». No, no lo sabes, porque la mayor parte de nuestro día lo pasamos en piloto automático. Cuántas veces te has montado en el coche y has llegado a casa casi sin darte cuenta de por donde has venido, piloto automático. Piensa en más cosas que haces en piloto automático, porque seguro que hay un montón.
¿Qué ocurre cuando actuamos desde ese lugar? ¿desde la inconsciencia….? que nos perdemos vida. Nos perdemos el sabor de esa lasaña tan deliciosa que has preparado, nos perdemos la carcajada de nuestros hijos, nos perdemos las caricias de nuestra pareja, la compañía de nuestro padres o las risas con nuestros amigos y amigas. Nos perdemos horas, días, años, de nuestra vida.
Y entonces ¿Qué es lo que quiero yo? Ahora, en este instante. Pues invitarte a que vengas a visitarme cuando te apetezca, te contaré cosas que considero importantes para ayudarte a reeducar tu mente, tú podrás hacerme las preguntas que quieras o contarme anécdotas a través de mi correo zoe@elsecretodezoe.com y por supuesto, tendremos unos instantes también de meditación formal.
Así que ya por hoy solo me queda decirte GRACIAS por haber dedicado estos minutos a escucharme o leerme y estoy deseando volver a tenerte aquí.
Bienvenido, bienvenida al inicio de tu nueva Vida.
Un fuerte abrazo.
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