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¿Qué es la Meditación?
Meditar es permitir que nuestra mente descanse, tranquila, en paz y que esto favorezca la conversación con nuestro Ser, con nuestra verdadera esencia. Al cesar el diálogo incesante de nuestra mente, podemos por primera vez observarnos, percibir nuestras verdaderas virtudes y anhelos, sin que intervengan los miedos, las expectativas, las frustraciones, siempre fruto del ego, de la mente.
Pero hay que tener en cuenta algo muy importante. Meditar no es dejar la mente en blanco durante un tiempo prolongado, como muchos de nosotros hemos llegado a creer en alguna ocasión. Por supuesto que hay quien lo consigue, pero ya hablamos de niveles avanzados. Sin embargo, al comenzar a meditar, todo lo que debemos hacer es observar los pensamientos y dejarlos ir, nada más, observar y dejar marchar…
¿Cómo ha de ser el Espacio para Meditar?
- Busca un lugar que para ti sea agradable, donde haya el menor ruido posible y sin distracciones.
- Prepara ese espacio antes de iniciar la meditación, de este modo, romperás con lo que estabas haciendo hasta al momento y ya comienzas a invitar a tu mente a que se vaya incorporando al acto meditativo. Prepara tu zafú, o la silla donde vayas a meditar, pon un poco de incienso, una vela. Incluso puedes dejar una infusión preparada para tomarla una vez finalices, como readaptación a la realidad. Es un modo de “abrir el espacio” a la meditación
- Pon una luz tenue, que te facilite el estado de relajación.
- Prepara la música, si vas a acompañar la meditación de ese modo.
¿Cómo vestirnos para Meditar?
Ponte una ropa cómoda que te permita adoptar una postura adecuada. Ten en cuenta que al relajarte, posiblemente tu temperatura corporal baje, y quizás necesites arroparte.
¿Cómo ha de ser la postura?
Adopta una postura estable y equilibrada, que te ayude a relajarte, pero no excesivamente cómoda, para no caer en el sueño. Puedes ponerte en la clásica posición de loto con un zafú o un cojín o en una silla con los pies en el suelo. Lo importante es que la espalda esté erguida y que la postura sea lo suficientemente cómoda como para poder mantenerte en ella el tiempo que dure la meditación. Aunque es importante que tengas en cuenta que si necesitas moverte puedes hacerlo. Eso sí, muévete de manera consciente, sintiendo el movimiento, prestando atención a cada gesto y después recoloca de nuevo la postura.
Elementos de apoyo para ayudar a Calmar la Mente
Nuestra mente intentará por todos los medios traer una y otra vez pensamientos que te distraigan de tu momento de calma, así que recurre a elementos de apoyo que te ayuden a mantener la concentración.
Recomiendo comenzar con meditaciones guiadas, ya que ayudan a enfocarte en la voz y el mensaje y de ese modo mantener la atención, pero progresivamente se puede ir haciendo meditaciones con música (clásica, mantras, sonidos de la naturaleza…), meditaciones centrándonos en nuestra respiración, contando cada inhalación y cada exhalación con una cuenta atrás del 100 al 1, meditaciones observando una vela, mirando como la llama oscila. También podemos llevar a cabo Meditaciones con movimiento (observando esos movimientos lentos y precisos).
5 aspectos a tener en cuenta a la hora de meditar
1º.- Meditar es una práctica que requiere constancia, mucha constancia, es preferible meditar todos los días 10 minutos a meditar uno solo a la semana 1 hora. La buena noticia es que como muchas otras actividades, cuanto más meditas más sencillo te irá resultando mantener tu mente tranquila, pero insisto has de ser constante.
Yo suelo comparar la práctica de la meditación formal con ir al gimnasio. Los primeros días cuesta, volvemos a casa con muchas agujetas. Poco a poco, vamos sintiéndonos enérgicos cuando hacemos ejercicio, nuestro cuerpo se comienza a modelar y esto nos motiva. Empezamos a ver músculos en nuestros brazos, en las piernas, las abdominales se marcan. ¿Pero qué ocurre si dejamos el gimnasio durante 2 meses? Que todo eso desaparece.
Pues con la meditación ocurre exactamente lo mismo. Tu mente se va moldeando, tú vas dándole la forma que quieres que tenga, días tras día, con cada práctica meditativa, poco a poco. Pero si dejas de practicar, todo eso que has modelado, desaparece. Tanto esfuerzo en reeducar tu mente, se desvanece.
La buena noticia es que en el momento en el que comiences a meditar de nuevo, de manera constante, podrás disfrutar de las maravillosas abdominales mentales que tanto te gustan.
2º.- No tengas expectativas. En primer lugar, los resultados no van a llegar de manera inmediata, en pocas situaciones de la vida eso ocurre, por eso he insistido tanto con lo de la constancia. Pero por otro lado, a veces meditamos pensando que vamos a tener una experiencia mística y con fuegos artificiales, un estado de éxtasis que nos lleve al Nirvana. No, no hay nada de eso. Medita simplemente para sentir como tu mente se tranquiliza por un segundo, eso ya es todo un triunfo. ¿Cuántas veces a lo largo del día sientes paz mental? Pues disfruta de tu instante de paz, sin esperar nada más.
3º.- Procura no engancharte a los pensamientos, simplemente deja que pasen y si ya te has “enganchado” en el instante en que te des cuenta déjalo marchar, puedes hablarle incluso (“Ahora no puedo atenderte, luego vuelvo a ti”, y te encargas de ese pensamiento después si es necesario). Siente que eres un observador externo, tus pensamientos no son tú, tú los ves desde fuera y elijes si les atiendes o no. Eres el Observador desapegado.
4º.- Fija el tiempo que vas a estar meditando y cúmplelo. Si es una meditación guiada sabrás de antemano cuanto va a durar, si no, puedes ponerte un despertador con el sonido de una campana por ejemplo. Puedes meditar más tiempo, pero procura no meditar menos del que te has fijado. Comienza con 5 minutos y ve ampliando poco a poco. Si algún día no puedes meditar, por lo menos realiza 3 respiraciones conscientes antes de acostarte, pero permítete estar presente aunque sean esos segundos.
5º.- Cuando acabes de meditar FELICITATE Y SONRIE. Has hecho un trabajo estupendo.
ACTIVIDADES PARA LA SEMANA:
Actividad 1.- Escoge 3 tareas conscientes que realizar en tu día a día, te recuerdo algunas propuestas que vimos en el podcast ¿Qué es el Mindfulness?, aunque tú puedes incluir cualquier otra:
- Al despertarte estírate conscientemente y siente tu cuerpo, ¿está todo en orden?, ¿hay alguna tensión? Y di BUENOS DÍAS con una sonrisa.
- Al lavarte los dientes, realízalo de una manera consciente.
- Al comer mastica cada bocado por lo menos 10 veces, observa la textura, el sabor, la temperatura, saboréalo y disfrútalo.
- En el trabajo realiza alguna parada a lo largo de la jornada y toma una respiración consciente. Puedes ponerte una alarma con una campana para que suene cada hora o cada dos horas por ejemplo (dependerá de las posibilidades de cada uno) y en ese momento para, cierra los ojos y toma una respiración sintiendo como en aire entra fresco por tu nariz y sale de cálido por tus fosas nasales.
- Antes de acostarte, estira de nuevo tu cuerpo de manera consciente y AGRADECE lo vivido en el día, sonríe y acuéstate.
Actividad 2.- Realiza Meditaciones Guiadas 2 veces a lo largo de la semana, de entre 5 y 10 minutos. Si te apetece, puedes realizar cualquiera de El Secreto de Zoe.
«Disfruta de tu Instante de Calma«